sábado, abril 04, 2009

Incentivar la creatividad pedagógica

Quiero compartir con nuestra Comunidad universitaria la experiencia exitosa que viví, como testimonio de la vinculación efectiva de personas y TIC en un entorno de aprendizaje. En efecto, se trata de un taller interactivo y sincrónico que pretendió sensibilizar sobre la necesidad de considerar la competencia comunicativa en la virtualidad. Esta es la historia...:

La Dirección Académica y el Centro de Desarrollo Virtual, CEDEVI, de la Fundación Universitaria Católica del Norte diseñaron un proceso de acompañamiento personalizado ("Plan padrino) de facilitadores virtuales para el mejoramiento continuo y aporte a la calidad deseada de los programas de la Institución.

En mi caso actué como "padrino"; y mis "ahijados", los facilitadores virtuales asignados, se hallaban en distintos y distantes lugares geográficos de la patria, por tanto, el encuentro presencial se dificultaba para todos. Con este panorama, acordamos varias sesiones sincrónicas (mediante el software Gotomeeting) en los cuales se desarrollaban agendas previamente entregadas.

En una de las sesiones se programó un taller interactivo para abordar el tema de la competencia comunicativa en un ambiente virtual de aprendizaje, AVA. Para lo cual se planteó un ejercicio en el que se privilegió el aprendizaje a partir de la vivencia, la práctica, la experiencia en relación con la comunicación para AVA. Se planteó una situación/caso (ver resaltado fucsia Gráfica siguiente) que movilizó a la práctica significativa de los facilitadores involucrados.

La instrucción inicial fue la creación de una lluvia de ideas relacionadas con la temática central que harían las veces de subtemas de un supuesto material didáctico o contenido para un curso de informática básica. Se recuerda, que los facilitadores escribieron las ideas en tiempo real, mediante el software Gotomeeting. Con base en esa colección de ideas se procedió a elaborar oraciones que se conviertieron en párrafos con sentido completo (ver resaltado fucsia de la gráfica antes indicada) ; además, se agregó imágenes que contextualizaban o complementaban el texto escrito, es decir, se comprendió la importancia del aprendizaje visual como valor agregado en la contrucción de materiales didácticos para AVA.


Al tiempo que los facilitadores vivían la experiencia de redactar un recurso de forma compartida y en tiempo real, se les mostraba los conceptos relacionados con la comunicación en AVA, lo que sería el equivalente a los contenidos temáticos necesarios para adquirir los conceptos y profundización correspondiente en cuanto al tema de la comunicación para AVA. Así, los contenidos sugeridos ganan relevancia y contexto en relación con el episodio de aprendizaje que nos vinculaba.


De esta sencilla experiencia podemos inferir algunas conclusiones que las pongo como reflexión:

  1. La práctica y aplicación de conocimientos en contexto se convierten en aprendizajes significativos.
  2. Los contenidos sugeridos ganan relevancia porque se contextualizan de acuerdo con la necesidad de aprendizaje del estudiante. Es decir, se trata de un aprender haciendo.
  3. El facilitador virtual requiere incentivar su imaginación/creatividad pedagógica para sacar el máximo de provecho de las posibilidades de las TIC con las que interactúa con sus estudiantes.
  4. Un curso virtual reclama estrategias innovadoras que dinamicen y hagan del aprendizaje un disfrute.
  5. El facilitador virtual requiere diseñar guías de aprendizaje claras, precisas con estrategias de aprendizajes posibles que han de ser articualdas con materiales de estudio y profundización pertinentes.
  6. Cuando las TIC se abordan como una mediación pedagógica, cobran sentido en un proces de aprendizaje.

Finalmente, esta experiencia se deja para la reflexión, crítica y aportes de toda nuestra comunidad virtual para seguir construyendo conocimiento de forma colaborativa y compartida.

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