Nadie aprende por uno; en realidad el aprendizaje es una función connatural de cada ser humano. Sin embargo aún en pleno siglo XXI escucho voces en el sentido de que el aprendizaje depende del la enseñanza del profesor dictador, del aula de clases, de la tiza y el tablero y del libro de texto: confundimos estos mediadores y mediaciones con el fin que cumplen.
El párrafo anterior encuentra una explicación en el sentido de que somos hijos del modelo basado en la enseñanza del profesor por eso necesitamos la presencia (real o virtual) del profesor como pretexto para aprender. Es decir, creemos aprender cuando contamos con el “profesor” que imparte clases; lo que revalida la tesis del profesor Rafael Flórez (2003), de la Universidad de Antioquia, quien al referirse sobre la enseñanza de las ciencias sostiene que enseñamos de la misma manera como nos enseñaron. Flórez coincide con la posición de Briones (1995) en el sentido de que el docente enseña lo que sabe.
Por lo anterior, todavía encontramos en la virtualidad mensajes de estudiantes (que son adultos) del siguiente tenor: “Profesor, le envío la actividad, y espero que llene sus expectativas”. Así mismo, hallamos tutores en virtualidad que adoptan roles erráticos convencidos de que esta modalidad de educación es un símil de la presencialidad, por eso, dictan clases virtuales. En suma, tutores y estudiantes aún nos falta kilometraje para adoptar una cultura de aprendizaje autónomo, pese a las teorías, enfoques, corrientes, modelos que hablan con argumentaciones desde la pedagogía, la psicología y sociología.
Vamos por partes, en el contexto que nos asiste en este curso virtual el aprendizaje autónomo puedo definirlo como una decisión y acto de conciencia del adulto para aprender a aprender articulando las experiencias vividas con la responsabilidad, disciplina e intereses particulares de aprendizaje. ¿Se acuerdan que empecé este texto con la frase “nadie aprende por uno mismo”?, pues esa expresión resume justamente mi definición de aprendizaje autónomo. Por eso esta forma de aprendizaje se direcciona más hacia el adulto. Ahora definamos al adulto, que se supone como un ser que ha completado las etapas de su desarrollo (ver mapa conceptual). Con base en lo anterior, se infiere que aprendizaje y adulto son insumos que se articulan estrechamente con la denominada Andragogía que no es otra cosa que pedagogía que responde a las formas como aprende el adulto.
Con base en lo anterior, podemos concluir que el aprendizaje es, según cita Roldán López (2006), un proceso personal de interacción entre lo que el sujeto sabe y lo que quiere saber, el cual da como resultado un nuevo conocimiento; implica cambio, esfuerzo, ajuste, interpretación e integración. En suma, el aprendizaje es atractivo y pertinente para el estudiante cuando responde a sus intereses y expectativas. Por su parte, en modalidades de educación como la virtualidad, el estudiante en su condición de adulto, es responsable de su automotivación, autodisciplina. Así mismo, adopta compromisos que garanticen el aprendizaje esperado según sus intereses. De acuerdo con lo anterior, los presupuestos para un estudiante exitoso involucra las siguientes características:
- Apertura mental para aprender a aprender mediante los usos apropiados de tecnologías de información y comunicación como son el computador y la internet.
- Que en la modalidad educación virtual el estudiante autoaprende, por tanto, su aprendizaje no depende directamente de la enseñanza del profesor o tutor. Esto significa que el estudiante es consciente de que su aprendizaje depende en gran medida de su motivación, disciplina y responsabilidad.
- Aprender a usar los recursos tecnológicos necesarios para el estudio y aprendizaje en la virtualidad, es decir, manejar de forma básica el computador y sus programas; saber navegar en la internet, buscar, filtrar y seleccionar información existente en esta denominada red de redes.
- Asumir una actitud de motivación permanente durante el estudio virtual; que el estudiante tome conciencia de que la virtualidad exige altos niveles de comunicación con sus tutores, con sus compañeros, con los materiales de estudio. Esto significa que el estudiante sea consciente de que debe preguntar todo aquello que no le es claro a sus profesores tutores o a sus compañeros de curso. Que comprenda que educación virtual no es soledad.
- Adoptar técnicas de estudio que mejor se adapte a sus necesidades; una técnica de estudio son recomendaciones que facilitan el proceso de aprendizaje de la persona.
- Dedicar tiempo para el estudio de los materiales, las actividades y prácticas solicitadas que son evidencias de aprendizaje que los profesores valoran. También, dedicar tiempo a interactuar en los espacios virtuales programados por el profesor, como foros de debates, chats, blogs, entre otros.
- Muy importante, que el estudiante realice un “alto en el camino” durante el proceso de metacognición para que reflexione y se responda así mismo cómo está aprendiendo, qué le hace falta. También, piense en estrategias adoptadas o por adoptar ante las dificultades surgidas durante el proceso. Que comunique este ejercicio de reflexión a su tutor para que él lo oriente.
Así se desprende que es indispensable la fundamentación pedagógica y didáctica del docente/tutor que demuestre competencias en el diseño creativo de currículos y microcurrículos innovadores, que involucre la perspectiva y contexto del estudiante. Es decir, que proceda con una evaluación diagnóstica que determine procedimientos frente a sus estudiantes luego del reconocimiento de los saberes previos y la forma de incorporar los nuevos en las estructuras cognitivas o valorativas existentes.
FUENTES CONSULTADAS
FLOREZ OCHOA, Rafael (2003). Enfoques pedagógicos y enseñanza de las ciencias. Ponencia Diplomado “Atoevaluación, Acreditación y Estándares de Calidad”. CRES de Occidente. Medellín, Antioquia.
BRIONES, Mario (1995) La docencia universitaria: ¿Qué significa la modernización de la universidad en América Latina? La búsqueda de respuetas. Memorias del Seminario internacional sobre filosofía de la educación superior. Medellín: Universidad de Antioquia.
ROLDÁN LÓPEZ, Nelson y Otros (2006). Capacitación docente Católica del Norte. Sistema de Capacitación Docente Católica del Norte. On line LMS cerrada: webct.
TOBÓN FRANCO, Rogelio (2004). La evaluación: concepto, caracterización, criterios. Estrategias comunicativas en la educación: hacia un modelo semiótico-pedagógico. Medellín: Editorial Universidad de Antioquia, (serie caminos)